"Sólo triunfa en el mundo quien se
levanta y busca a las circunstancias,
creándolas si no las encuentra."
creándolas si no las encuentra."
-George
Bernard Shaw
Y es de esta manera como llegamos al día más
importante del año, donde se materializan noventa días de competición entre
sujetos que buscan ganar la solidaridad de un país entero para gobernarlo y
poder formar una ciudadanía democrática. Lamentablemente, este objetivo se
deforma y se torna muchas veces en una simple palabra: PODER.
Dentro de este
margen electoral, cada candidato mostró lo que su partido tenía para convencer
a los ciudadanos de que votaran por él. El trabajo no sólo quedó en manos de
los partidos políticos, también de las personas simpatizantes de cada uno para que
mostraran sus propuestas y lo propagaran entre sus más allegados. Pero a pesar
de esto y de todo, en lo personal, fueron unas elecciones difíciles.
Lo que leerán a
continuación (esperando a que lo lean todo), es una anécdota de su servidor,
tal vez de la persona más necia que puedan o pudieran conocer. Mi conformismo
va más allá de pensar qué es lo mejor para mi país, sino en pensar cómo Yo podría ser mejor para reparar
a mi sociedad. Durante todo este ejercicio electoral, encontraba simpatizantes
que defendía a capa y espata a su candidato, llegándome a incitar a que votara
por sus preferidos; era interesante oír a cada uno de ellos y cómo mostraban su
seguridad al decir que votarían por el partido de su conveniencia. La seguridad
que les daba decir: “yo votaré por el PRI” o “yo votaré por el PRD” o “yo
votaré por el PAN” o “yo votaré por Nueva Alianza”, era algo admirable, en
especial por los que no votarían por el PRD que eran los pocos en esta ciudad.
Para los que no
lo sepan yo soy una persona apartidista, y de verdad yo no pertenezco a ningún
movimiento social ni a un partido político, y orillarme a elegir a un
candidato fue algo extremadamente complicado. Me debatí esta decisión por dos
meses, y aun investigando, informándome, leyendo y analizando las propuestas de
cada candidato a la presidencia, no encontré sufragio alguno. Ejercer mi voto
siempre estaba en mi mente, elegir al presidente No.
La elección
final fue tomada gracias al desgaste mental generado por el proceso electoral
que inundaban todas las vías de comunicación y de transporte, siendo el tema
central de cada plática en cualquier parte del país. Y por toda esa gente que
empezaba con actitudes intolerantes, e incitaban al insulto a aquellas otras (que
no tenían la culpa) por creer en un político que no fuera lo que la sociedad
mostraba como “El Correcto”, tachándolos como ignorantes, tontos, desinformados
y hasta “pendejos”. Me da más tristeza eso, de un país que pide un cambio y se
pone a insultar a sus compatriotas por tener una mentalidad diferente y por pensar
que una persona con poder va a lograr dicho cambio.
Mi voto es insignificante, pero simbólico, NO me
arrepiento de nada porque no sólo demuestro mi inconformidad hacia los
políticos, sino también a la sociedad intransigente, al sistema corrupto, y
todos los que creen que el cambio empieza desde arriba. Así que para los que me preguntaban por quién voté, he aquí mi
proceso.
Problem México? |
¿Vendí mi voto?
¿Vendí mi patria? Yo no lo creo… estafé (literalmente) a un corrupto-ladrón (dicen
que ladrón que roba a ladrón, tiene “muchos” años de perdón); ¿Denunciarlo?
Pues no hizo ningún fraude, porque no hice lo que me pidió, sólo le mostré lo
que quería ver. Júzguenme como gusten, si así lo desean, mi conciencia está
tranquila; no podría decir que fue la mejor decisión, pero aposté a lo que mi
pensamiento marcaba. Sé que para muchos es decepcionante, pero me puse a pensar
en todos los que presumían su voto a favor de AMLO, y me di cuenta de que no
conozco a nadie que me presuma, en estos momentos, su voto por el PRI, PAN o
Nueva Alianza, y lo comprendo; esta sociedad ha generado un miedo a ser
señalado y ofendido por no cumplir con “los estándares de compromiso con la
patria” que éstos han establecido altruistamente. Gracias pueblo de México.
La esperanza de
confiar en un mandatario capaz de gobernar este país no la pierdo, pero ahora
no me queda más que adaptarme (sin conformarme) al cambio del nuevo presidente,
que a estas alturas ya está dicho. A
trabajar y a seguir viendo para delante, que eso hace a un país competitivo y
competente.
Una vez más, mi
punto de vista ha sido divulgado sin infundir una ideología. Sólo agradezco a
los que hayan leído todo, y reconozcan que existe mucha gente con diferentes
mentalidades, he aquí una, que orgullosa está de ser así.